En el transcurso de rutas y concentraciones moteras suele ser muy común tropezarse con esa costumbre tan nuestra de decorar prolijamente con parches de tela ( o de cuero) las prendas típicas del vestuario custom, especialmente chalecos o cazadoras).
Lo que ignoran una buena parte de todos aquellos que llevamos relativamente poco tiempo en esta afición, es que esta profusión o diversidad de parches y colores que vemos adheridos en los chalecos y cazadoras de los Riders, no está exclusivamente diseñada para convertirse en bonitos (y a veces caros) adornos para nuestra impedimenta rutera, sino que fundamentalmente su función original obedece a que forman parte de un código muy particular y propio, destinado a describir a aquel que los porta (siempre y cuando sepamos interpretarlo correctamente, ya digo) Entre otras cosas, nos transmite su aceptación o rechazo ante la sociedad en la que vive inmerso, su particular idiosincrasia sobre la vida, su filiación a clubes o asociaciones moteras, su simpatía, compromiso o pertenencia a un determinado grupo de motoristas, su status o jerarquía dentro del mismo grupo, sus travesías o asistencias a determinados eventos, etc ...
Es necesario también aclarar que esa ignorancia casi generalizada a la que aludía antes entre los que se inician en el estilo custom, está en gran parte justificada dada la escasez informativa que existe sobre este tema en concreto.
Sin ir mas lejos, cuando me inicie en esta afición y durante un tiempo (calculo que varios meses antes de adquirir la moto) procuré documentarme lo que pude sobre todo lo que rodea al custom, y encontré infinidad de referencias sobre modelos de moto, precios y cilindradas, rendimientos, mantenimiento, mejoras, transformaciones, papeleo, normativas, equipos y accesorios, consejos y precauciones a la hora de adquirir una máquina de segunda mano, etc... Pero apenas casi nada sobre la rica y variada información contenida en los parches moteros, y lo poco que encontré, muy disperso y a todas luces insuficiente.
Una carencia que, según mi punto de vista, los ha ido transformando en algo parecido a esa estética comercial "de camiseta", cuyos signos secretos y ocultos están solo al alcance de unos pocos iniciados... precisamente todo lo contrario a la función para la que fueron creados en su día.
Por esto mismo, he llegado a la conclusión de que para mantener, transmitir y enriquecer la esencia del Custom así como su rica y variada herencia, se va haciendo ya necesario intentar poner al alcance de todo nuevo aficionado este lenguaje único y tan nuestro.
Empezaremos,pues, por todo un símbolo del custom... un parche muy característico con forma de rombo (puede adoptar alguna otra forma, pero muy raramente), y donde se puede leer solo esto: 1%
Seguro que todos hemos visto este parche mas de una vez, pero ¿conocemos también el significado exacto de este parche histórico?.
Pues bien, hoy aquí vamos a tratar de erradicar esa posible ignorancia.
Este parche (que no acostumbra a ser demasiado grande) suele tener mayoritariamente la forma y color que ilustra la foto anterior. Casi con seguridad, y especialmente si sois nuevos en esto, os habréis planteado que significa ese 1%... y quizás os ha dado "mal rollo" preguntarlo.
Si es este vuestro caso, seguid leyendo y así conoceréis de donde sale el famoso "One percent", pura leyenda del custom norteamericano extendida al resto del mundo (viene a ser algo así como la cocacola del chopper).
Corría el año del Señor de 1947, y allá por las tierras de Yanquilandia se festejaba el 4 de Julio, su famosa fiesta nacional y que casualmente en aquel año cayó en fin de semana, y por cuyo motivo por todo el país se celebraban concentraciones diversas de motos, con todo lo que se suele dar (incluso aún hoy día) en este tipo de eventos: fiestas, carreras, concursos entre inscritos... y por supuesto, cervezas, chicas y rock and roll
El caso es que en un tranquilo pueblecito de California llamado Hollister se organizó también una de estas concentraciones con abundancia de cerveza... Y parece ser que la liaron parda.
Aún hoy se especula si fue a causa de que los asistentes se pusiesen de liquido dorado hasta las trancas, o mas bien que pudo tener la culpa el hecho de que los organizadores esperaban una concurrencia aprox. de mil asistentes al evento, y de repente se dejaron caer por allí mas de 4000 fulanos con sus motos y muchas ganas de juerga... y aquello le vino un pelin grande a la Organización del evento.
Y no es que sucediese nada del otro mundo, aquellos moteros no mataron a nadie ni violaron a ninguna virgen inocente, simplemente disfrutaron de sus máquinas, bebieron un poco más de la cuenta y ahí que casi quedó la cosa, pero claro, imaginad la situación: año 1947, pueblo más o menos pequeño, gente un tanto tranquila y un pelín puritana, pues suele suceder que se escandalizan cuando una multitud les altera su pacífico y tranquilo pueblo.
Se daba la circunstancia de que entre aquellos cuatro mil motoristas (aproximadamente eh, que nadie los contó uno por uno) había de todo, como en botica, chicos muy arregladitos con sus novias de paquete, otros no tanto y otros, unos cuantos, quizás una minoría, que eran bastante desaliñados y algo montaraces, no en vano en muchos casos, entre estos últimos motoristas había un buen número que eran veteranos ex militares, con muchas ganas de juerga y aventura, pero ya digo, la cosa no pasó de eso, juerga pura y dura, excesiva quizás para las pacíficas gentes de Hollister y excesiva para los escasos agentes de policía del apacible pueblo, que en todo caso se esmeraron y llegaron a detener a 50 personas por intoxicación etílica y pública, conducción temeraria y "por perturbar la paz". También hubo sesenta heridos, la mayoría leves pero tres de ellos de gravedad. Para muchos fue evidente que a los organizadores se les fue la cosa de las manos, eso hay que reconocerlo pero... no era para tanto.
Cuando ya había pasado lo más fuerte de la algarabía motera aparece por Hollister un fotógrafo llamado Barney Peterson, del San Francisco Chronicle que fotografía al alegre bandarrilla, y que veis en la foto que está sobre este párrafo, que está hasta las orejas de cervezas y sabría Dios de que más. El alegre bandarrilla tiene un nombre, se llama (que al parecer aún vive) Eddie Davenport.
Y el fotógrafo, que era un tramposo de mucho cuidado, aprovechándose del estado etílico de Eddie, y cuando ya habían terminado todos los problemas que acarrearon 4000 moteros a una pequeña y tranquila localidad del oeste americano (o sea, a toro pasado), le pide que pose de esta guisa y sobre su moto, o sease, bebiendo una birra y con unos cuantos cascos vacíos al lado de su máquina.
Esa foto la envía al periódico para el que trabaja donde se publica con el correspondiente reportaje que exagera hasta la saciedad lo ocurrido en el pueblo (habla de terrorismo, caos y califica a las chicas que van con los moteros poco menos que de señoritas de vida alegre y que cobran por alegrársela a otros). Poco después la misma fotografía (icónica dicen algunos, pero a mi como aficionado fotógrafo me parece indecente y tampoco demasiado aceptable técnicamente hablando) aparece también con sendo reportaje llamando al orden y a la moral en la prestigiosa revista Life con un reportaje titulado “Cyclist’s Holiday: He and Friends Terrorize Town.” (vamos, algo así como "motociclista en el día de Hollister: el y sus amigos aterrorizan el pueblo") y... se armo la marimorena (que tampoco llego como para decir que se desató la furibunda indignación del profeta y famoso agitador bíblico, Jeremías).
A renglón seguido, la prensa, e incluso los políticos, comienzan a acusar a los moteros de escandalosos y asociales, y el pueblo llano comienza a temer a todo lo que se mueva en moto, así que la AMA (American Motorcyclist Association) sale en defensa de los motociclistas diciendo una tontería como un castillo, lo dicen además sus portavoces de forma bastante despectiva: los motociclistas que la liaron aquel 4 de Julio solo representan únicamente al uno por ciento de los bikers de América.
¡Ahí le has dado con un par! Como podéis comprender, acababa de nacer la leyenda del "One Percent". Primero se hicieron un parche con ese 1% unos cuantos de los encarcelados aquel Julio en Hollister, después entre los que allí habían estado aquel fin de semana también comenzó a proliferar el parchecito, más tarde se lo fueron poniendo otros que no se sentían o no se sienten demasiado amigos de la ley y así sucesivamente y hasta hoy (hoy también lo llevan algunos que no saben lo que significa ni lo que representa pero... queda bonito).
Como curiosidad y para finalizar, hay que decir que los "Sucesos de Hollister" inspiraron una de las grandes películas moteras de todos los tiempos "The Wild One" conocida en español como "El Salvaje". Conviene verla si no la has visto, es realmente interesante y protagonizada por uno de los grandes del cine: Marlon Brando, al que curiosamente no se le escapa la gorra de la cabeza cuando rueda a hierro sobre su Triumph, todo un misterio el como lo habrán logrado.
Ahora vamos a la parte que interesa a aquellos que empiezan en el mundo de las motos custom:
¿un tipo que lleva un emblema como el que se puede ver en este reportaje es un peligro social hoy en día?
Pues tanto como el que no lo lleva o tan buena persona como el que más, puede que no les/nos guste demasiado la ley tal y como está hecha, puede que nos parezcan absurdas muchas cosas que rigen la sociedad actual, puede ser un síntoma de cierta rebeldía contra el sistema, podemos querer un mundo paralelo con nuestros códigos y reglamentos, etc. etc. etc. Quizás muchas veces es más una utopía que otra cosa, simplemente indica quien lo lleva que no acepta el sistema como está establecido y no acepta muchas cosas, generalmente absurdas, que nos quitan libertad, no implica en modo alguno que esa persona vaya por el mundo sin seguro en su moto o asesinando viejecitas cuando para en los semáforos. Conozco a auténticos hijos de mala madre que no saben ni lo que representa el 1% y a grandes personas que llevan ese logotipo en sus chaquetas o chalecos.
Quizás sea mejor dejarlo en simplemente eso, un logotipo con una historia detrás y unos ideales un tanto etéreos que suelen estrellarse muchas veces contra la dura realidad de nuestros días.
Evidentemente este es mi parecer, pero afortunadamente queda abierta también la posibilidad de un espacio donde libremente podéis dejar vuestros comentarios, incluso aunque sean discrepantes con los míos. Y al menos, eso hemos ganado desde que ocurrieron estos hechos del pasado.
Hasta la próxima, sed buenos, portaos bien y que tengáis las mejores rutas
Nota: El presente post esta basado y extraído en buena parte de su totalidad sobre un reportaje aparecido en un número de la revista online Bikergaraje.com, de fecha 11/4/12, cuya autoría pertenece a su Grupo de Redacción, y al que desde aquí quisiera darles las gracias por compartir y suministrar una información tan valiosa.
Me anima saber que te ha gustado el post, Vilalta.
El camino ante mí, el motor sonando y el corazón latiendo
Estoy elaborando otro post para continuar con esta serie relacionada con los parches y sus significados, y pronto lo expondré a la administración del foro para su aprobación. Si todo esta correcto, espero que en breve salga publicado.
