La deuda ha quedado totalmente satisfecha, mi buen y apreciado paisano de las Andalucías...
Ya puedes circular con la moto con la cabeza bien alta y sin ningún temor entre madrileños semáforos, sintiendo la satisfacción que produce el trabajo bien hecho y la tranquilidad que dan siempre las promesas cumplidas

Y en cuanto al otro capital asunto de los rezos, te informo que mañana lunes (dios mediante y a prima hora) me encaminaré a la parroquia del pueblo, con la muy caritativa intención de encargar unas misas cantadas de las de media docena de monaguillos para hacer coro y reciamente armados de tíntineantes campanillas y humosos pebeteros, como munición mas efectiva y acertada para este tipo de lances sagrados... Tanto el párroco como yo sabemos bien que esta clase de misas vip son las preferidas por "Su Jefe", lo que nos aseguraran su máxima benevolencia sin lugar a dudas... En asuntos "de alturas" (o del cielo, como se prefiera) toda precaución es poca

Así que por este lado también puedes perder todo cuidado

Una vez aclarados temas de tan magna importancia, paso ahora a exponer las obligadas críticas a tu trabajo de limpieza del tanque de la moto:
Desgraciadamente, y debido a que lo has hecho tan bien que no me has dejado hueco para "colocar" ni una mísera crítica destructiva con que poder adornar adecuadamente mi exposición (que es precisamente mi especialidad, pues es sobradamente conocido que suelo lucirme mejor en mis escritos si los voy salpimentando y espaciando con críticas de carácter maligno... Así que en el caso de que este no me salga con la calidad acostumbrada, has de saber que declino toda responsabilidad por ello y que me lavo las manos como Pilatos, de modo que la culpa correría enteramente a tu cargo debido a la innegable brillantez del trabajo que has llevado a cabo con esta limpieza. Que quede claro.)

En cuanto a la limpieza del depósito en sí, vuelvo a reiterar que has hecho un excelente trabajo (incluso me atrevería a decir que "de libro") y prestando mucha atención también a los detalles (como el de haber tenido la precaución de quitar el sistema de cierre del tanque, desatornillando y retirando el marco que circunda el orificio para su repostaje), lo que por otro lado también da a entender que has practicado una limpieza a fondo, exprimiendo (aparte de los dichosos limones) todo el óxido que contenía en su interior el tanque de la moto.

Así que ya digo, nada que criticar y sí mucho que alabar hay en esta limpieza... Y por tanto, aquí paso a darte la puntuación que me ha merecido "el peazo curro" que te has dado dado, muchachote.

Por lo demás, solo queda añadir que existe otra ventaja añadida al utilizar como limpiador este mejunje de los limones y el bicarbonato, y que consiste en que también ha provocado una reacción química en toda la superficie de la chapa interior del tanque: se trata de un proceso bien conocido llamado Galvanización que ha convertido al tanque en inoxidable e inmune al óxido para el futuro (ojo, solo en su parte interna y no en la exterior, ya que esta parte va pintada y por motivos obvios no resulta recomendable aplicar el compuesto).
Así pues, ya solo quedan pendientes dos cosas en este apartado:
1.- Que lleves la moto a un taller de confianza (o a algún conocido que te lo sepa hacer) para limpiar a fondo los carburadores y carburarla de nuevo... ya comprobarás como, después de esto, la Aquila ha pasado de ser una insufrible "tartana" renqueante a convertirse en la magnifica, fiable y satisfactoria moto que en realidad es cuando rueda sin los "pulmones"
inundados de óxido.
Y:
2-. Que nos juntemos un día de estos para disfrutar de esas birras con sus correspondientes (y decentes) tapas, y para reírnos a mandíbula batiente de estas pintorescas peripecias que juntos hemos compartido limpiando a troche y moche tanques óxidaos de moto

P.D. (casi se me olvida) Para la junta del aforador, no era necesario pegar entre sí
las dos plantillas de la cámara de goma de bicicleta... Sencillamente con solo poner las dos plantillas (o incluso tres) cada una adosada a la otra en seco, la sola presión que ejercen los tornillos de acople del aforador al apretar sobre las juntas de goma y el cuerpo del tanque, sobra y basta para lograr una aceptable estanqueidad.
Aunque también hay que reconocer que lo que te ha aconsejado el compañero Jainillas sobre lo de usar la cámara de un automóvil como junta es incluso mucho mejor solución que usar la de una bicicleta... Si puedes, hazle caso y ponle para mas seguridad una junta como la que el ha propuesto... tampoco tiene tanto trabajo de hacer y así estarás mas tranquilo de que no volverá a rezumar gasolina

Cordiales saludos desde el extremo Sur, ráfagas y buenas rutas
