Ante todo, pido disculpas por el retraso en continuar con el tema. La causa han sido unas prioridades mas urgentes que me he visto obligado a atender sin dilación, y que me han impedido continuar con el hilo hasta este mismo momento.
Guim, te aseguro que he tomado nota sobre el asunto de la equipación, y de hecho estoy documentandome a fondo para tratar de elaborar un articulo específico sobre ese asunto concreto, pero antes de llegar a eso me parece mas oportuno dar preferencia a los que van a continuación, pues contienen un listado de recomendaciones que son esenciales para pilotar la moto con mas garantías de seguridad en condiciones climáticas adversas o de gran relevancia (especialmente en los casos en que nos pillen de improviso viajando).
Te prometo que en la entrega final del tema trataremos el asunto de la protección y abrigo, así como un compendio de "truquillos" caseros para combatir contra el frío mas vil, traicionero y ruin... Y ya de paso evitar que nos ocurra como al fulano de la siguiente foto:
(No se si a vosotros os pasará igual, pero a mi esta imagen me sugiere un buen lingotazo de güisqui)
Bien, vamos ya sin mas dilación al asunto que nos trae aquí:
Al mal tiempo se une la falta de formación propia o ajena para reaccionar adecuadamente y evitar cualquier accidente. Por esta razón, en este post nos vamos a enfrentar virtualmente con las 7 situaciones meteorológicas más adversas y qué es lo que debemos hacer en estos casos para conducir en moto sin dejarnos dominar por la peligrosa parálisis (tanto física como mental) que suele producir el pánico.
Sin embargo, hay que distinguir que el conducir seguros de si mismos y sin miedo no significa necesariamente que tengamos que hacerlo con atrevimiento, sino mas bien todo lo contrario.
De hecho, lo más valiente y sensato en algunas situaciones meteorológicas complicadas es dejar la moto aparcada en el arcén o parar a cubierto hasta que la cosa mejore. Si vemos que el tema empieza a ponerse excesivamente problemático solo continuaremos en marcha cuando no exista otra opción mas idónea... y siempre, siempre, siempre procurando no jugarnos el tipo en el intento... Así que la mejor decisión que podremos tomar será intentar llegar vivitos y coleando al menos a la próxima Primavera
Al fin y al cabo, no se trata de ganar el campeonato de
Motero mas intrépido y audaz del Invierno.
Y después de estas reflexiones preliminares, entremos de lleno en esas hipotéticas situaciones en las que de improviso podemos vernos envueltos en pleno Invierno:
Acumulación de hojas vegetales en la calzada
Quizás esta no se pueda definir como una situación meteorológica, pero aparte de que es una de las consecuencias más visibles de la entrada del Otoño, en Invierno si que puede formar parte y efecto de un escenario meteorológico concreto: la peligrosa combinación de un
temporal de lluvia y viento .
De por sí, cuando las hojas de los árboles se acumulan excesivamente en la calzada pueden llegar a causar muchos problemas a los motoristas, pero la situación empeora aún más si cabe cuando llueve y hace viento. Por un lado, las hojas son movidas y esparcidas por toda la calzada y, por otro, el agua puede hacer que se reblandezcan y disuelvan formando un lodo semilíquido que genera un alto efecto deslizante en el pavimento. Resultado: resbalones y caídas si no andamos atentos.
Es un problema que se suele sufrir especialmente al circular por ciudad o localidades pequeñas (abundancia de jardines ornamentales y zonas verdes con gran variedad de especies vegetales de carácter caducifólio), pero aunque en autopistas y autovías no se da esta abundancia de zonas ajardinadas, y por tanto la incidencia de este tipo de peligro es menor en esta clase de vías, si que nos lo podemos encontrar ocasionalmente en las carreteras secundarias, y de manera especial en tramos de bosque o sotobosque arbustivo, o bien en esos tramos de carreteras que están flanqueadas por árboles de gran talla, y suelen ser muy comunes los Castaños de Indias o los Eucaliptos (que para el caso que nos ocupa pueden resultar incluso mas letales que otras especies, pues sus hojas contienen un alto porcentaje en sustancias oleosas y que hacen incluso mas resbaladiza esa
pócima lodosa que forman en el asfalto)

Nota:
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Otro escenario que puede tener similar peligrosidad al de la acumulación de hojas sobre el firme, es uno particularmente recurrente en zonas de gran actividad agrícola: la existencia de pellas de barro en la calzada. Esto se suele producir generalmente por la incorporación desde las parcelas adyacentes de vehículos de labor dotados con grandes neumáticos de tacos sobredimensionados en sus ejes motrices (como tractores y demás maquinaria agrícola), y que por el conocido efecto centrífugo desprenden grandes pellas de barro, esparciéndolos por la calzada. Esta situación de riesgo puede incluso agravarse en caso de alguna lluvia reciente que haya humedecido el asfalto. Se deben mantener las mismas precauciones al circular que en el caso de las hojas caídas.
Fuertes vientos
En el supuesto que nos lleguen en dirección lateral, lo recomendable es reducir la velocidad, sujetar con firmeza el manillar, inclinarse todo lo sensatamente que podamos sobre el depósito para ofrecer menos resistencia al empuje del viento... y no bajar la guardia prácticamente en ningún momento (por la cuenta que nos tiene). Si el viento es
racheado (bruscas variaciones en la intensidad del viento) la cosa se agrava aún mas si cabe, pues a lo ya dicho se debe ir equilibrando la moto con desplazamientos leves y bien calculados sobre el centro de gravedad que forma nuestro cuerpo combinado con el peso de la moto (especialmente en los picos mas fuertes o en los descensos bruscos de la velocidad del viento). También es vital controlar visualmente y de continuo los retrovisores, para saber en todo momento lo que se nos puede estar acercando por detrás, ya que al adelantarnos vehículos de gran volumen (furgones, camiones, autobuses, etc) se produce una fase peligrosa con dos efectos encadenados. Abajo podemos leer su descripción:
- 1º
Efecto muro: es aquel que se origina cuando el vehículo que nos adelanta se sitúa a nuestra misma altura. En ese momento notaremos una notable disminución en la fuerza que el viento ha estado aplicando hasta ese momento sobre nosotros, consecuencia de que la masa del vehículo que procede al adelantamiento ejerce una brusca
desviación al interponerse en la dirección del viento (en ese momento forma un obstáculo parecido a un muro, de ahí el nombre) y que transforma la dirección del chorro de aire ventoso en una línea oblicua y generalmente ascendente.
- 2º
Efecto de succión: se produce cuando el vehículo que adelanta ha rebasado nuestra posición, y consiste en una fuerte aspiración que trata de atraernos a su zaga, y aquí es donde se origina el verdadero peligro para nosotros, ya que puede desequilibrar el centro de gravedad que formamos junto con la moto y llevarnos de improviso al suelo.
En esta circunstancia, lo único que podemos hacer para intentar prevenirnos de una caída es lo siguiente: cuando el vehículo que nos está rebasando se sitúe justo a nuestra altura en la mencionada posición del
efecto muro (ver punto -1º), procuraremos desplazarnos
de manera suave y progresiva hacia la derecha del carril todo lo que nos permita el asfalto, pues de esta forma podremos aumentar la distancia lateral de separación con el vehículo que nos esta adelantado, con lo que su consiguiente
efecto de succión perderá intensidad y así nos proporcionara un margen mayor de reacción y ,por tanto, también de maniobra
*
(
*Nota)
MUY IMPORTANTE: no proceder a iniciar esta maniobra ANTES de que el vehículo que se dispone a adelantarnos se sitúe a nuestra altura, ya que si nos desplazamos hacia la derecha al inicio del adelantamiento, con toda probabilidad su conductor
seguirá manteniendo la distancia habitual de separación con nosotros, y nuestra maniobra de desplazamiento hacia el límite derecho de nuestro carril no habrá servido absolutamente para nada.
En el caso de que el viento racheado vaya combinado con fuertes rachas de lluvia, en estas circunstancias tan adversas lo mas racional y sensato sería buscar el lugar mas cercano donde podamos refugiarnos con seguridad, y esperar así a que vaya amainando el temporal para continuar de nuevo con nuestro viaje (lo contrario, además de tratarse de una evidente irresponsabilidad para con nosotros mismos, supondría el riesgo real de vernos implicados en un accidente de circulación de consecuencias gravisimas )
He aquí otro riesgo importante que comporta el circular con fuertes vientos:
Creo que la imagen es lo suficientemente explícita como para que sobren las palabras.
La Lluvia
Supone uno de los fenómenos meteorológicos mas engañosos y molestos para los motoristas en general... y para los moteros custom en particular (y es que luego, al llegar a casa, nos vemos obligados a limpiar y secar los cromados para que no se "piquen"

)
Cuando una precipitación de carácter medio (e incluso una simple llovizna) nos sorprende en plena ruta y sin lugar donde poder guarecernos, no nos quedará otra que hacer todo lo posible para controlar los efectos del agua en nuestra moto, en nosotros y en la carretera.
Cuando nos vemos inmersos en este tipo de situación hay que prestar una especial atención al ya bien conocido
efecto de Aquaplaning:
En el caso de que la precipitación se convierta en torrencial, el grado de riesgo se eleva exponencialmente: se produce una reducción en el nivel de visibilidad, tanto para nuestra propia percepción como para la del resto de conductores de la vía... Por esto mismo resulta vital intentar en lo posible señalizarnos mas y hacernos ver por los demás.
Con respecto a esto, yo acostumbro durante el Invierno a llevar siempre en las alforjas un chaleco de tipo fosforescente con tiras reflectantes tanto en su parte delantera como en la espalda, y cuando me veo en esta clase de situación me lo coloco encima del traje de agua (es barato, resulta muy efectivo para lograr que nos vean desde mas lejos y no ocupa apenas espacio en la moto).
Mucho cuidado también con las
torrenteras que abundan en los tramos de alta montaña:
son los
desagües naturales de las laderas montañosas, y una intensa tormenta puede en cuestión de minutos hacerlas aumentar tanto en caudal como en fuerza, de tal forma que pueden arrastrar fácilmente a nuestra moto... y a nosotros con ella.
De todas formas, volvemos a lo de siempre: en estos casos, lo mas sensato es parar y guarecerse hasta que cese el chaparrón y podamos continuar la marcha con seguridad.
Otras precauciones a tomar en caso de lluvia
-El
Aquaplaning se previene reduciendo nuestra velocidad a un nivel cauto y moderado
-Prestar atención a los frenos y pastillas: El agua puede entrar fácilmente en contacto tanto con los discos como con las pastillas de freno.
- Evitar los frenazos bruscos. Si llueve con intensidad y frenamos de manera abrupta, aumenta la posibilidad de que patinemos con la rueda trasera y derrapemos con la delantera. Debemos frenar accionando los dos frenos al unísono, de forma paulatina y tratando de calibrar un equilibrio de frenada entre el trasero y el delantero.
-Vigilar y proteger las partes de nuestra montura mas sensibles a la lluvia: si en el camino hemos padecido los rigores de una tormenta, cuando paremos una buena costumbre es echar un buen vistazo a la moto para limpiar y proteger las partes mas sensibles. Frenos, pedales, embrague, cadena, suspensión delantera y amortiguadores traseros deben encontrarse en perfectas condiciones.
- Los neumáticos deben estar con la presión de aire correcta: Como ya he comentado mas de una vez, la única cosa que mantiene a la moto sobre el suelo son sus neumáticos. Si vamos a usar la moto habitualmente durante el Invierno, es importante seguir las directrices de un buen mantenimiento para los neumáticos, puesto que de ello dependerá la capacidad de las ruedas para evacuar el agua hacia fuera. Sobre todo, es imperativo controlar el estado de sus cubiertas, la profundidad de sus dibujos, y de manera especial, respetar siempre las presiones de aire que recomienda el fabricante.